Después de la tormenta

En medio de la masa de colores que se entremezclan de tormentosamente, surge un foco de luz, que se expande y calma todo a su alrededor. Esta obra llenará de luz y paz cualquier espacio, invitándonos a meditar.

Elegante y minimalista, este cuadro es adecuado para zonas comunes e ideal para espacios destinados a la meditación. Es una obra que irradia energía por la forma en la que el negro se proyecta con fuerza desde el núcleo blanco, concentrado y estático. El espectador se sentirá invitado a reflexionar sobre la coexistencia de su interior y el entorno.

Como si estuviésemos mirando el lugar en donde nacen los colores, esta obra invita al espectador a meditar sobre la transformación del azul en rojo, pasando por el amarillo. Es alegre e ideal para espacios infantiles.

Contiene todos los cálidos colores de la tierra, desde la arena de playa hasta la rojiza arcilla. Transmite estabilidad y dinamismo a la vez, pues ese foco de luz totalmente centrado está formado dinámicos trazos concéntricos.

Elegante y minimalista, esta obra es ideal para espacios destinados a la meditación y el recogimiento, o bien donde sea necesario crear un ambiente de concentración.