Terapia artística de Houschka
Buscando trabajar con el color como el alma de la Tierra,
el color que habla por sí mismo y se une a tu etérico,
las formas imprecisas que fluyen y liberan.
Tocas el color y lo esparces,
es otro lenguaje que asombra y renueva.
Vuelve al equilibrio,
te encuentras como en casa.
Es importante saber desde el principio que no es una clase de pintura y que no se necesitan capacidades ni conocimientos previos, solamente el deseo de trabajar con nosotros mismos.
La técnica de la Pintura Terapéutica se realiza con acuarela sobre papel mojado, o en el caso del ejercicio Respiratoria de la Dra. Hauschka con acuarela sobre papel grueso, en veladuras que permiten respirar. El agua, presente en la vida, participa en este proceso.
En cualquier caso trabajamos con fuerzas formadoras y transformadoras del movimiento, partiendo del color para llegar a la forma. El trabajo con el color calienta y relaja el organismo, profundiza las vivencias. Hace fluir, estructura y estabiliza al organismo. Se actúa de manera específica según cada caso particular.
El trabajo artístico desde la Antroposofía, no solo está dirigido a la exploración y conexión con las emociones individuales y su contexto en el cosmos, sino también a generarlo desde la pintura como canal.
Es un lenguaje que aprendemos a interpretar cada vez mejor hasta reconocerlo y utilizarlo con intención dentro de nuestro proceso de expresión y sanación personal.
Trabajamos con el color que, en la naturaleza, en animales, plantas y minerales, se encuentra afuera mientras que en el hombre, dentro de si. Así que pintar con el color armoniza la manera de sentir.
Esta actividad nos permite conocernos a nosotros mismos a través del arte, encontrar el equilibrio desde el interior.
En el taller haremos actividades que activen las fuerzas curativas de lo artístico, pero de una manera libre para poder vivir nuestras propias experiencias.
Como terapeuta, acompaño el proceso, pues en la pintura todo importa, desde los colores que se eligen , hasta la manera de mover el pincel , el movimiento y los trazos.
Querer percibir aquello que creamos y vivenciandolo con nuestra propia realidad. Todas son ideas terapéuticas bien fundamentadas.
Cada ser humano es excepcional y único y por ello también lo es su terapia, su camino a la curación. De ahí que se deja el suficiente espacio para la inspiración intuitiva.